La historia de io sì inicia con en un sencillo laboratorio guiado por Dominico Scavia en 1923 en la ciudad de Milán, Italia, hacia los años 40, Sara Scavia rediseño esta casa de joyas y su hijo Fulvio Maria Scavia logró algo inimaginable, a sus 19 años Fulvio ya tenía en su haber el afamado “Oscar” de la joyería entregado por De Beers.
Por otra parte, la pasión de Ilaria Furlotti por las joyas la llevó a tener un desarrollado un ojo para lo inusual y lo extraordinario. Después de vender Alfieri & St. John, una conocida empresa de joyería con sede en Valencia que dirigió durante 25 años, decidió empezar de nuevo, pero en lugar de empezar desde cero, quería empezar desde arriba. "En todos mis años en este negocio, el diseñador que más había admirado era Fulvo Scavia. Así que decidí acercarme a él para colaborar", dice.
Así nació io sì de Scavia. "Io sì es un término italiano de uso común que traducido literalmente significa 'yo sí'; pero en un sentido más amplio, transmite un entusiasmo por probar algo nuevo, por asumir un desafío. Io sì Scavia, es para muchos la culminación de la escena italiana del nuevo siglo XXI.
Así se encuentran los espíritus libres, con diferencias que se complementan entre sí, con la pasión y la cultura que comparten: el mundo de las joyas y crean un equipo único e irrepetible. No es una sino dos personalidades bien establecidas y orgullosas de su autonomía, atraídas por su estima mutua.
Ellos han sido considerados como “Genios” en todos los aspectos referidos a las joyas y les nace del puro placer de crear y seleccionar meticulosamente cada pieza de su colección, dándole un toque mágico a sus creaciones para convertirlas en poemas dedicados a la mujer contemporánea.
“Dado a que cada mujer posee una personalidad propia, yo busco encontrar cada una de sus características prominentes, sus necesidades y más íntimos deseos, sintonizo mis diseños con ellas, entonces ellas se identificarán rápidamente con mis joyas”