La historia de Carranza y Carranza es la historia de la pasión y amor de una familia emprendedora del norte de México, con un impulso nato de no solo saber hacer, sino de hacer bien. Desde hace más de 65 años, en Monterrey comienza el sueño de traer joyas maravillosas a México: lo mejor de la alta joyería internacional. La visión de Don Filemón Carranza y su esposa Lourdes Flores, aunado a su trato cálido y familiar logra ganarse el corazón exigente de los regiomontanos. Con el paso de los años, al escuchar activamente a sus clientes y teniendo en mente solo la mejor calidad para ellos comienza la aventura de su propio diseño. Carranza y Carranza es sinónimo de diamantes extraordinarios y hacer bien, filosofía que se ha permeado en las siguientes generaciones que guían su rumbo. La inspiración principal de sus diseños está centrada en el amor y en las emociones que transmiten las joyas que hacen disfrutar la vida.